Visillos

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Visillos de salón y dormitorio.

Los visillos son una excelente opción para crear estancias luminosas en tu casa. En esencia cumplen la misma función que las cortinas de toda la vida, y comparten gran parte de sus características, su diferencia reside en el grosor y el tipo de tejido. Los visillos son más finos y ligeros, atenuando la luz pero permitiendo su paso. Se podría decir que comparten sus ventajas e inconvenientes con las cortinas semitransparentes, de tejidos más finos y translúcidos.

Visillos decorativos para todos los gustos.

Una de las principales ventajas de los visillos es la gran cantidad y variedad de opciones a nivel decorativo. Visillos estampados, con diferentes tejidos, colores y acabados... puedes encontrar lo que necesites con total seguridad. Tanto si quieres colocarlos en el salón, el comedor, habitaciones infantiles o juveniles y en el dormitorio principal.

Ventajas de colocar visillos en tu casa.

El hecho de que los visillos dejen pasar la luz solar las convierte en una gran elección si quieres:

  • Aprovechar las horas de luz natural que reciba la estancia. Un pro especialmente importante en zonas comunes o de trabajo.
  • Crear decoraciones luminosas y alegres.
  • Reducir el gasto en luz eléctrica y calefacción.
  • Su principal inconveniente es que también deja pasar la claridad de la luz urbana por la noche, por lo que puede complicarte el sueño, pero este inconveniente es fácilmente subsanable colocando tanto visillo como una cortina opaca, de ese modo puedes maximizar las ventajas de ambos y paliar todos sus puntos débiles.

Consejos para colocar visillos correctamente.

  • Mide de forma precisa las ventanas donde colocarás los visillos.
  • Ancho: Elige un visillo cuyo tamaño exceda entre 12-15 cm las dimensiones de la ventana por cada lado. Si uno de los lados está pegado a la pared, fija a 1 cm el visillo por ese lado.
  • Alto: Si tomas como referencia la altura de la ventana y el techo es muy alto puede que la cortina quede mal. Por eso te recomendamos tomar como referencia la altura del techo. Coloca la barra del visillo a 1/3 de la distancia entre el techo y el inicio de la ventana. El alto del visillo depende de cómo quieres que queden, a ras de suelo, con charco (llegan y se pliegan en el suelo) o con algo de vuelo ¡ten cuidado de que no sean demasiado cortos!